La Descripción es un dibujo hecho con palabras. Puede referirse a una persona, un animal, un lugar o una cosa. La descripción de una persona es una especie de retrato y puede referirse a sus rasgos físicos o a sus rasgos morales. Los textos descriptivos presentan comúnmente gran abundancia de adjetivos calificativos. Para que la descripción sea clara debe seguir un orden determinado, debe ir del conjunto a los detalles:
Rasgos físicos se llama prosopografía
Rasgos morales se llama etopeya
PASOS PARA ELABORAR UNA DESCRIPCIÓN
A) Selecciona los rasgos principales, de preferencia los detalles concretos de lo que se desea describir.
B) Califica los rasgos escogidos con adjetivos y comparaciones que reproduzcan en la mente del lector la imagen deseada.
C) Ordena los adjetivos de acuerdo con su grado de significación, a fin de producir mayor impacto en el lector.
“Una casa grande, de bahareque y tejas, torcidas las paredes, despatarradas las techumbres, de cinc las de los corredores que la rodeaban, con un palenque por delante para defenderla del ganado, y algunos árboles por detrás, en lo que se denomina patio (…); al fondo, la cocina y algunas piezas destinadas a almacenar las yucas, topochos y frijoles que producían los conucos para el consumo del personal” Gallegos (1964).
LA NARRACIÓN
La narración es el relato de uno o varios sucesos. En la narración, los hechos se ordenan para que adquieran nuevo significado. En los textos narrativos, la historia es contada desde uno o varios puntos de vista; cuando el narrador relata una historia en la que actúa se le llama narrador protagonista, puede ubicarse porque utiliza el pronombre yo y/o sus variables pronominales (me, mi, conmigo). Puede narrarla alguien que no participa en la historia y conoce todo lo que piensan los personajes (narrador omnisciente), la narración se ubica en tercera persona.
Al realizar una narración, puedes seguir el orden que a continuación te presentamos:
Cronológico: Se presentan los hechos como sucedieron.
Climático: Se presentan los hechos de manera que recreen la atmósfera que el autor desea (suspenso, terror...).
PASOS PARA HACER UNA NARRACIÓN EFICIENTE
Antes de narrar una historia, debes planear cómo será el relato y cómo quieres contarla. También debes tomar en cuenta algunos aspectos, tales como:
· Define cuál será la acción que vas a narrar y decide qué personajes intervendrán. Elige unos personajes que tengan una personalidad, una forma de ser y obrar. Hay que pensar bien la relación entre los personajes. Pueden ser compañeros, rivales, muy amigos.
· Organiza la historia en partes: acontecimiento inicial o planteamiento, reacción-acción o nudo y solución o desenlace.
· Sitúa la acción en el espacio y en el tiempo. Es importante dar detalles concretos para que la historia parezca real e interesante.
· Piensa cómo se narrará la historia; cuál será la posición del narrador (primera o tercera persona) y qué tiempo verbal predominará en la narración (presente o pasado).
Lee el siguiente fragmento del “El chivo y el perro” de Nazoa (1968) y detalla los aspectos que definen la narración:
“El chivo le quitó la cadena al perro y los dos salieron por fin a recorrer mundo. El perro iba escotero; no llevaba nada de bastimento; pero el chivo sí llevaba el hocico metido dentro de un morralito de maíz con las puntas amarradas de cacho a cacho.
Camina quete camina, ya habían recorrido muchas leguas de sabana y la tarde estaba cayendo cuando, al desembocar en una faja de monte, divisaron en el suelo una cabeza de tigre toda llena de sangre…”.
RECUERDA: La descripción y la narración se acompañan
y se complementan, casi nunca aparecen por separado.
El diálogo lo utilizamos para comunicarnos, expresar nuestras ideas y sentimientos. Cuando en el texto se plantea una conversación entre dos o más individuos, esta acción se denomina diálogo. A través del mismo, podemos conocer el nivel cultural o el estado de ánimo de los personajes, de manera que es posible hacernos una idea más clara de cómo es cada uno de ellos.
— ¿Por qué no le agregas otras ideas al ensayo?
— Porque está bien como se ha planteado.
— ¿Tú crees?
— Claro que sí.
Por otra parte, el estilo indirecto se caracteriza porque no se citan textualmente las palabras empleadas por los interlocutores. Seguidamente se presenta un ejemplo de diálogo indirecto: